La Unión Europea y el Reino Unido continuarán negociando esta semana para intentar llegar a un acuerdo comercial para la era post-Brexit. Cuando quedan sólo dieciocho días para que los británicos abandonen definitivamente el barco europeo, Bruselas y Londres optan por exprimir hasta el último minuto para evitar una separación dolorosa que ponga en riesgo sus economías en un momento tan delicado como el actual, en plena pandemia.

Si bien se habían dado hasta ayer, domingo, para tomar una decisión, finalmente la Comisión Europea y el gobierno británico prefirieron que los equipos negociadores continúen con las conversaciones, que intensificaron viernes. 

“A pesar del agotamiento después de casi un año de negociaciones y el reiterado incumplimiento de los plazos, creemos que lo más responsable ahora mismo es hacer un esfuerzo extra”, defendieron ayer en un comunicado conjunto tras una llamada “constructiva” y ” útil “entre la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson.

Ambos han encargado a sus respectivos equipos negociadores que no se levanten de la mesa para ver “si se puede llegar a un acuerdo, aunque sea tan tarde”. 

Así, la UE y el Reino Unido continuarán debatiendo en Bruselas en los próximos días para intentar encontrar una solución sin ningún plazo concreto, pero con el 1 de enero en el horizonte. Aquel día los británicos dejarán de ser miembros del club europeo definitivamente después de un año en transición en que se han mantenido a efectos prácticos bajo el paraguas europeo.