Tenerife sigue teniendo altos niveles de incidencia en Canarias. La Gomera también está muy por encima del umbral. Esto genera malos valores para todo el archipiélago. Los hoteleros y restauradores locales están pidiendo ahora que Tenerife se desacople de las otras islas para evitar posibles advertencias de viaje. El Gobierno regional lo rechaza categoricamente.

¿Se aplica el principio de solidaridad en la pandemia, o cada isla tiene que ver por sí misma cómo puede atraer a la mayor cantidad de turistas posible? Los empresarios y políticos locales y regionales de Canarias se están ocupando actualmente de esta cuestión. En el verano, Gran Canaria defendió claramente el principio de solidaridad adoptado entonces. En la temporada de invierno, en cambio, la isla no quiere saber nada más al respecto.

La incidencia acumulada indica el número de personas enfermas por 100.000 habitantes durante un período de siete días. En ese momento seguía siendo la isla redonda, la que con un valor pico de 179 provocó malos valores de incidencia en todo el archipiélago y por lo tanto desencadenó alertas de viaje en varios países europeos, esta vez Tenerife. La mayor de las Islas Canarias informó una incidencia acumulada de 115 a principios de esta semana, que desde entonces ha caído a 110. No obstante, los empresarios de Gran Canaria en particular piden la disociación de Tenerife.

A continuación, se generarían posibles advertencias de viaje por isla. Con una incidencia actual de 23, es probable que Gran Canaria siga recibiendo turistas, al igual que Lanzarote (16), Fuerteventura (9), La Palma (36) y El Hierro (0), mientras que Tenerife y La Gomera (116) serían zonas restringidas.

La consejera de Turismo regional, Yaiza Castilla, rechaza categóricamente tal separación. Canarias es una “marca regional” y perdería fuerza si se separaran, dijo.